¿En que consiste este modelo de atención?
Un modelo para cuidar bien y ganar en calidad de vida de las personas. De quienes necesitan ayuda y apoyos, pero también de los/las profesionales que se comprometen, día tras día, con una buena praxis.
Es lo que deseamos las personas, para nuestros familiares y amistades o para nosotros/as mismos/as, en el caso de necesitar cuidados.
La Atención Centrada en la Persona se basa en:
1. El respeto a la dignidad. 2. Apoyar los proyectos de vida. 3. Un modelo profesionalizado que busca calidad de vida. 4. Lo que aporta a otros enfoques. 5. Nuestras principales apuestas
En estos últimos años se aprecia en el sector de servicios de atención a personas mayores un interés creciente por la Atención Centrada en la persona (ACP).
Aunque la ACP es ya desde hace varias décadas un enfoque internacionalmente reconocido como uno de los ejes que deben estar presentes en una atención de calidad, no siempre queda claro lo que significa e implica en cuanto al concepto y organización de la atención.
Esta sección pretende clarificar qué es la ACP y qué supone en la atención cotidiana dispensada. Para ello, en un formato abreviado y de sencilla lectura, se destacan algunas ideas claves y sus principales apuestas en el diseño de los servicios y la prestación de la atención.
Se destaca la idea de que la atención centrada en la persona es un modelo profesionalizado que busca cuidar apoyando que las personas puedan seguir teniendo control en su
entorno, en sus cuidados y en su vida cotidiana, desarrollando sus capacidades y sintiéndose bien. Un modelo profesionalizado que busca aumentar la calidad de la atención desde dimensiones relacionadas con la calidad de vida.
La ACP se aleja de modelos de cuidados tradicionales donde la atención viene determinada por procedimientos uniformes derivados de necesidades asociadas a clasificaciones de enfermedades y grados de dependencia y por condicionantes organizativos (lo que en ocasiones se ha denominado como modelos de atención centrada en los servicios).
Apostar por la ACP en un recurso y hacerla efectiva implica, en primer lugar, una visión de las personas mayores que parte del reconocimiento de su valor y singularidad, que fija su mirada en las capacidades (frente a los déficits) y que apoya la autodeterminación de los individuos.
En coherencia a esta visión, la ACP orienta hacia una buena praxis donde los y las profesionales de atención directa, además de proteger a las personas y atender sus necesidades diversas, se convierten en “empoderadores” de las personas usuarias. Los y las profesionales se relacionan desde el conocimiento de las historias de vida y desde la escucha, buscando oportunidades y apoyos para que cada persona usuaria pueda desarrollar sus capacidades, tener control sobre su vida cotidiana y, en consecuencia, sentirse mejor.
Una buena praxis profesional donde el entorno y la provisión de apoyos ejercen un papel primordial. Los entornos hogareños y accesibles, las actividades significativas, las relaciones familiares y sociales, la cercanía a la comunidad y la flexibilidad organizativa se convierten, desde enfoque, en elementos imprescindibles.
1. RESPETO A LA DIGNIDAD
Pongámonos en el lugar de las personas que necesitan ayuda para realizar sus actividades de la vida cotidiana. En nuestra casa, en un centro de dia, en una residencia...¿Qué pediríamos a los servicios profesionales? ¿Qué situaciones o actuaciones no permitiríamos, si tuviéramos capacidad para ello? Pensemos en ello unos segundos, antes de seguir leyendo...
Sin duda las respuestas serán diferentes. Cada persona vive unas circunstancias, con unas necesidades de cuidados concretas y, además, tiene sus propias preferencias, expectativas y deseos. Porque cada uno/a de nosotros/as somos diferentes y tenemos nuestra propia forma de vivir.
Pero entre esta variedad de respuestas aparecen, con fuerza, dos deseos comunes. El primero: Recibir una atención profesionalizada que dé respuesta a las necesidades derivadas de la dependencia. El segundo: Que nos traten con respeto. Con el respeto que merecemos por el hecho de ser personas y como tales, poseedoras de dignidad. El valor inherente a todo ser humano, con independencia de sus características (edad, enfermedades, discapacidad, raza, orientación sexual, ideología...)
Esta petición incluye otras: Un trato amable, respeto a nuestros hábitos, costumbres y valores, poder seguir tomando decisiones sobre nuestras cosas y nuestra vida, ser tratados/as como adultos/as, protección a nuestra intimidad... Todas ellas están relacionadas.
En el cuidado cotidiano, estos deseos no siempre se ven satisfechos. Para ello es preciso que se contemple la necesidad de un cuidado integral y personalizado. Y que la organización del centro o servicio (sus recursos, sus procedimientos, sus normas) permita y apoye que en la atención cotidiana éste sea realmente aplicado.
Desde la atención centrada en la persona se aplican los principios de integralidad y personalización
A través de los Planes de Atención y Vida con las personas implicadas, organizamos los cuidados básicos y todos los apoyos que pueden facilitarles el desarrollo de su proyecto de vida.
LO QUE OFRECE UN CUIDADO INTEGRAL Y CENTRADO EN LA PERSONA
1. Promoción de la autonomía: Apoyo para seguir tomando decisiones y tener control en la vida cotidiana. 2. Protección y seguridad. 3. Cuidados sanitarios. 4. Cuidados personales. 5. Fomento de la independencia. 6. Trato respetuoso (intimidad, identidad personal, proyecto vital propio, creencias, edad adulta...) 7. Oportunidades de contacto e integración social. 8. Estímulo a la realización personal. 9. Participación en actividades gratificantes. 10. Estimulación y ambiente agradable. 11. Orientación y acompañamiento a cuidadores familiares o del hogar.2. APOYAR LOS PROYECTOS DE VIDA
Cuando las personas adultas necesitan ayuda, los cuidados personales (aseo, comida, vestido, moverse etc.) o los cuidados sanitarios son imprescindibles. Ello quiere que los/as profesionales tengamos habilidades y competencias especiales.
Pero también son importantes ¿y mucho! las cosas que a la persona agradan, las propias costumbres y las relaciones personales. Y algo muy especial: Conocer y apoyar lo que realmente es importante para cada persona en el momento actual de su vida.
El proyecto de vida es la forma que las personas tenemos de plantearnos nuestra existencia, para conseguir nuestras metas y deseos, en relación a distintos ámbitos de desarrollo personal y social: El trabajo, la familia, las amistades, el desarrollo personal, los bienes propios, el ocio, etc.
Consciente o inconscientemente, todas las personas tenemos nuestro propio proyecto de vida
Y además éste cambia, no permanece igual a lo largo de la vida. Las personas mayores también tienen proyecto de vida.
CÓMO APOYAR LOS PROYECTOS DE VIDA DE LAS PERSONAS MAYORES
1. Conocer, saber identificar lo que para cada persona es realmente importante. 2. Permitir y apoyar su continuidad: Su modo de vida, sus hábitos gratificantes, las rutinas que dan seguridad. 3. Destacar los logros positivos conseguidos en la vida. 4. Escuchar los deseos. Apoyar y sugerir metas de vida todavía alcanzables.En este modelo de atención, los/as profesionales, los servicios se convierten en apoyos para que las personas mayores sigan adelante con sus proyectos de vida y éstos cobren un sentido positivo.
3. UN MODELO PROFESIONALIZADO QUE BUSCA CALIDAD DE VIDA
Afortunadamente, hemos ido ganando en la profesionalización de la atención a las personas mayores. Hemos avanzado en la sistematización de la gestión de los recursos, así como en la diversidad y calidad técnica de las intervenciones.
Ahora nos encontramos en el momento de añadir "un plus" a este esfuerzo, para conseguir mejoras en la calidad de vida de las personas. Esto es lo que, al final, realmente importa.
El modelo de atención centrada en la persona consiste en el desarrollo de diversas medidas en el entorno físico, social y organizativo, con el fin de promover la calidad de vida de las personas que necesitan cuidados. Es una forma de entender la relación asistencial, donde la persona es protagonista activa, donde el entorno y la organización se convierten en apoyos para desarrollar los proyectos de vida y asegurar el bienestar de las personas.
La atención centrada en la persona pretende sintonizar y armonizar la necesaria sistematización, coordinación y organización
Que requiere un centro o la provisión de diferentes servicios, con las preferencias y deseos de las personas que necesitan atención y cuidados.
CARACTERÍSTICAS DE LA ATENCIÓN CENTRADA EN LA PERSONA
1. Entiende que la misión de los/as profesionales es cuidar, apoyando los proyectos de vida y facilitando la autodeterminación de cada persona como ser único. 2. Busca nuevas formas de atención, donde las personas usuarias pueden opinar, elegir y tengan control real sobre los asuntos que le afectan en la vida cotidiana. 3. Identificar y visibiliza las capacidades de las personas para intervenir desde éstas. 4. Conoce las biografías, preferencias y deseos de las personas, para convertirlas en los principales referentes de los planes de atenciónLa atención centrada en la persona reconoce la singularidad y el papel central de la persona en su atención
La atención centrada en la persona pretende orientar la atención desde los deseos y preferencias de las personas. Y lo hace desde sólidos cimientos, tanto en el campo de la salud, como en la atención a las personas en situación de dependencia
Se nutre del conocimiento científico. Se orienta desde principios éticos. Desarrolla y protege los derechos de las personas ya reconocidos en distintas normativas y declaraciones internacionales.
4. LO QUE APORTA A OTROS ENFOQUES
Cuando nos acercamos por primera vez a los modelos de atención centrada en la persona surgen preguntas: ¿acaso la individualización no ha sido siempre la esencia de la atención gerontológica? ¿qué aporta de nuevo la atención centrada en la persona?
Algunos autores comparan los modelos de atención centrada en la persona con los orientados hacia los servicios, con el fin de identificar el valor que añaden los modelos centrados en las personas a la atención que venimos prestando desde otros enfoques.
El modelo de atención centrada en la persona consiste en el desarrollo de diversas medidas en el entorno físico, social y organizativo, con el fin de promover la calidad de vida de las personas que necesitan cuidados. Es una forma de entender la relación asistencial, donde la persona es protagonista activa, donde el entorno y la organización se convierten en apoyos para desarrollar los proyectos de vida y asegurar el bienestar de las personas.
CARACTERÍSTICAS DE LOS DIFERENTES MODELOS DE ATENCIÓN
MODELOS CENTRADOS EN LA PERSONA
1. Sitúan su foco en capacidades y habilidades. 2. Se comparten decisiones. 3. Ven a la gente dentro de su entorno habitual. 4. Esbozan un estilo de vida con un ilimitados número de experiencias deseables. 5. Se centran en la calidad de vida. 6. Crean equipos para solucionar los problemas. 7. Animan a los que trabajan directamente a tomar decisiones. 8. Organizan acciones para usuarios/as, familias y trabajadores/as. 9. Las nuevas iniciativas valen la pena, incluso si tienen un pequeño comienzo. 10. Utilizan un lenguaje familiar y claro. 11. Su intervención es global y se centra en el plan de vida de las personas.MODELOS CENTRADOS EN EL SERVICIO
1. Se centran en los déficits y necesidades. 2. Las decisiones dependen de los/as profesionales. 3. Encuadran a la gente en el contexto de los servicios sociales. 4. Planean la vida compuesta de programas con un número limitado de opciones. 5. Se centran en cubrir las plazas de un servicio. 6. Confían en equipos interdisciplinares. 7. Delegan el trabajo en los que trabajan directamente. 8. Organizan reuniones para los/as profesionales. 9. Las nuevas iniciativas sólo valen si pueden implantarse a gran escala. 10. Manejan un lenguaje cínico y con tecnicismos. 11. Su intervención prioriza aspectos, conductas alteradas, patologías, etc.4. NUESTRAS PRINCIPALES APUESTAS
La atención centrada en la persona en un modelo que conlleva compromiso a distintos niveles. Requiere liderazgo por parte de los/as responsables de los centros y servicios, una importante implicación de los/as profesionales de atención directa y, por supuesto, consenso y participación de las personas usuarias y familias.
El compromiso y en muchos casos, esfuerzo serán especialmente intensos en las organizaciones que vienen trabajando desde modelos muy orientados a los servicios. Entonces, será necesario que diseñemos una ruta de cambio.
Pero concretando algo más..¿a qué nos compromete este modelo? Ésta es una pregunta importante que debemos hacernos, como organización y como profesionales.
Este modelo de atención implica llevar adelante algunas apuestas que, en ocasiones, exigen cambios. Pero si logramos que sean bien comprendidos, se convertirán en excelentes oportunidades de mejora para todas las personas implicadas en el cuidado y para las propias organizaciones.
Primera apuesta y oportunidad profesionales con un roll diferente
Desde este modelo los profesionales no actuamos como expertos/as prescriptores que dictan en todo momento lo que hay o no hay que hacer con las personas usuarias.
Además de realizar indicaciones técnicas relacionadas con el buen cuidado y la protección de las personas, desempeñamos nuevos cometidos más relacionados con la escucha y la observación, con el acompañamiento, con la motivación, con la búsqueda de oportunidades y apoyos.
En este modelos los/as profesionales somos capaces, en el día a día, de dar poder real a las personas sobre su vida cotidiana. Incluso cuando las personas tienen una grave afectación cognitiva o emocional, interpretando sus expresiones, identificando lo que les provoca bienestar o malestar y permitiendo la continuidad de su modo de vida y de sus valores.
Segunda apuesta y oportunidadun ambiente físico agradable, accesible y significativo
El ambiente físico es una dimensión de gran relevancia para el bienestar de todas las personas. Su influencia, además, es mayor en las personas que se encuentran en situación de dependencia y especialmente de aquéllas que tienen deterioro cognitivo.
Desde la atención centrada en la persona buscamos conseguir un ambiente hogareño y cálido. Tratamos de que el ambiente físico contribuya a un clima amable, alegre, estimulante a la par que sosegado.
Cuando se trata de centros de alojamiento, procuramos que éstos se parezcan a una casa normal, huyendo especialmente de todo aquello que recuerde al frío ambiente institucional.
Proveemos un espacio accesible, de modo que las personas puedan desenvolverse de la forma más autónoma e independiente posible.
Tercera apuesta y oportunidad actividades terapéuticas con sentido
Desde la atención centrada en la persona damos gran importancia a que las actividades terapéuticas resulten significativas para las personas. Intentamos dejar atrás las actividades rutinarias, aburridas o infantiles que resultan escasamente motivadoras. Buscamos y desarrollamos "actividades plenas de sentido".
Pretendemos dar con propuestas que realmente agraden y estimulen a las personas, en las que no "se sientan obligadas" a estar porque lo aconsejan los/as profesionales.
Ello supone un gran reto, ya que sin abandonar los objetivos terapéuticos, deberemos adaptar algunas de nuestras intervenciones, desde la individualización, así como dar paso a nuevas alternativas. Siendo conscientes, como, de que todavía necesitamos mayor evidencia científica sobre este abordaje de la intervención cuando tiene fines terapéuticos.
Cuarta apuesta y oportunidadParticipación de la persona y en su caso, la familia o personas allegadas, en su plan de atención y vida
Desde la atención centrada en la persona, la participación de la persona en su atención es algo irrenunciable. Incluso cuando tiene un deterioro grave, contando entonces con el apoyo de la familia, amistades y, por supuesto, los/as profesionales más cercanos.
Para lograrla, identificamos oportunidades de elegir y permitimos y promovemos que las personas tomen decisiones en cada momento del día.
El plan personalizado de atención es un instrumento no solo de cuidados básicos, sino de apoyo a los proyectos de vida. La constitución de grupos de apoyo (grupos donde ademas de los/as profesionales participa la persona usuaria y algún familiar o amistad) es una estrategia de gran valor para elaborar intervenciones consensuadas.
Además, buscamos y encontramos alternativas que no se basen solo e la seguridad de las personas, sino también en el bienestar emocional, asumiendo ciertos riesgos, porque trabajar por la autonomía y la independencia así lo requiere.
Favorecemos la implicación de las familias, siempre que la persona lo admita, facilitando su cooperación con los/as profesionales y su participación en las actividades cotidianas.
Quinta apuesta y oportunidadUna organización flexible y participativa
Para hacer posibles las anteriores apuestas, se requiere flexibilidad por parte de la organización y de los individuos. Porque hacer efectivas estas apuestas hará necesarios algunos cambios organizativos.
Para ello, promovemos cambios posibles, planificados y conducidos, de forma gradual. Buscamos lo mejor dentro de lo posible. Sin perder de vista lo esencial del modelo: La calidad de vida de las personas.
Y procuramos avanzar desde el consenso. Para ello, favorecemos la implicación de las personas mayores, de sus familias y, especialmente, de los/as profesionales de atención directa continuada.